El 2018 ha sido un año de crecimiento para el sector exportador. Entre enero y octubre del presente año, las exportaciones peruanas alcanzaron los USD 39.453 millones. Esto equivale a un incremento de 10,3% respecto al mismo período del año anterior (USD 35.781 millones).

El resultado fue impulsado por el buen desenvolvimiento de las exportaciones no tradicionales. Estas ascendieron a US$ 10.827 millones (+14,9%), principalmente, por productos como la pota (+65,5%), arándano (+54,1%), uva (+40,7%) y palta (+25,3%).

Todo esto ha sido logrado gracias al trabajo y entusiasmos de todos los empresarios y emprendedores peruanos que trabajan de la mano para llevar lo mejor de la producción nacional al mundo.

Por otra parte, el Estado no ha hecho lo que le corresponde, salvo honrosas excepciones como el del MINCETUR que apoya el desarrollo exportador desde la perspectiva de la promoción de las exportaciones, la continuación de las negociaciones de acuerdos comerciales, y el trabajo de las oficinas comerciales y algunas de las medidas que impulsó junto al MEF.

Ojalá que en este 2019 se corrijan los errores de este año, y así mantener un crecimiento positivo de nuestras exportaciones.

No hay armonía entre lo económico y legislativo

Lo que he percibido es una falta de armonía en la política económica y legislativa que nos afectó en diversos frentes. Uno de ellos es el tributario en el ámbito fiscalizador y administrativo. Se ha hecho evidente una acción reiterada de sanciones generadas por temas tan simples como la corrección de un documento o el establecimiento de límites a los porcentajes de insumos importados; volviéndolos razón suficiente para exigir devoluciones, suspensiones de beneficios y multas totalmente desproporcionadas y confiscatorias.

Asimismo, en materia de competitividad, vemos un interés valorable de parte del equipo técnico del MEF por avanzar en su agenda y cumplir con las metas planteadas. Pero, lamentablemente, esas acciones no son suficientes ni centrales si los comparamos con otros temas como la inversión en infraestructura que no camina al ritmo programado, o las mejoras en la educación y tecnología (que sabemos son las mejores armas que deberíamos tener para crecer y desarrollarnos).

Mientras, en materia laboral. Intentos reiterados de algunos sectores del Congreso, que creen que las soluciones se reducen a medidas redistributivas, para derogar los regímenes laborales especiales que tiene la exportación No Tradicional, es un ejemplo de ello.


Los retos con soluciones y la gestión de calidad

El empresario peruano se caracteriza por ser muy emprendedor y resistente a las crisis. Siempre hay una solución. Lo demostramos en el 2009 y lo seguimos demostrando, pero el hecho que mostremos progresos no significa que no nos haga falta una política integral de promoción de las exportaciones. Si bien hoy podemos decir que está demostrado que las exportaciones contribuyen al crecimiento y desarrollo del país, no podemos imaginarnos cuanto más podríamos lograr si contáramos con una política de desarrollo competitivo.

De esta manera, los retos este 2018, se tornan más exigentes. En estos momentos, la economía mundial es volátil. No permitamos que todo el camino andado vuelva a cero. La diversificación de mercados sigue siendo una alternativa.

La apertura de mercados es un camino que debe seguirse. La firma de acuerdos comerciales con economías que no compiten directamente con nosotros, a través de sus productos, es una palanca que ninguna empresa involucrada en la cadena exportadora debe dejar de aprovechar. El país cuenta con una red de 19 acuerdos comerciales que abordan juntos más de 60 países.

La participación en ferias del calibre de la Fruit Logistica, Biofach, Seafood y los seminarios y simposios internacionales que organizan los gremios, cada vez tienen mayor concurrencia y calidad en exponentes.

Por otra parte, se debe aprovechar el potencial de las ferias nacionales, como Expoalimentaria y Perú Moda, que atraen la presencia de compradores de todo el mundo y que sirven para mostrar el progreso que vienen haciendo nuestros empresarios para responder a las exigencias del mercado mundial.

En conclusión, el empresario debe ser consiente que es importante invertir en función a un mediano futuro, pero no caigamos en pesimismos. Se debe tomar conciencia de la creciente competencia, por lo cual es importante estar preparado en forma permanente y actualizada en herramientas modernas de gestión, asumir la calidad como un proceso continuo, conocer sobre estrategias empresariales, identificar posibilidades de alianzas estratégicas para sobrevivir y crecer.

Y para usted ¿cuáles son los principales retos del sector exportador para este 2019?

Si esta evaluando exportar (y tienes muchas dudas) o ya te encuentras exportando (y no tienes buenos resultados), que no entre el pánico, te recuerdo que yo estoy aquí para ayudarte. Puedes consultar mis servicios y contactarme escribiéndome a martinmondragon@outlook.com con asunto asesoría de exportación.

Víctor Martín Mondragón Gutiérrez
Consultoría y capacitación en materia de comercio exterior
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